En el pasado, los tallos de maíz y arroz, que antes se quemaban como leña, ahora se han convertido en tesoros y materiales para diversos fines tras su reutilización. Por ejemplo:

La paja puede utilizarse como forraje. Mediante una pequeña peletizadora, la paja de maíz y la paja de arroz se procesan en pellets, uno a uno, que se utilizan como alimento para ganado vacuno y ovino. Este alimento no contiene hormonas y tiene un alto valor nutricional para el ganado vacuno y ovino.

Energía de la paja. La paja no solo se puede convertir en fertilizante y reutilizar en las tierras de cultivo para alimentar al ganado vacuno y ovino, sino que también se puede convertir en energía. Tras prensar y solidificar la densa cáscara de arroz, se convierte en un nuevo tipo de combustible. El combustible obtenido al prensar la paja no produce humo denso ni contamina la atmósfera.

Materia prima de paja. Tras pulir la cabeza de una plántula de arroz madura para obtener un arroz aromático, los tallos restantes se pueden tejer en exquisitas artesanías, tras un minucioso trabajo de los hábiles artesanos del pueblo, que se han convertido en un artículo predilecto de los habitantes de la ciudad.